El Universo hubiera podido ser un desierto de partículas baldías, pero no lo ha sido. La materia es la fuente de la luz, del calor y la energía, es lo que da forma y propiedades a las cosas, ya estaba cuando la vida no existía y es la causa más primitiva de su evolución, está en el tejido neuronal que nos da la razón y nos hace conscientes de la realidad… ¡La materia lo es todo!

domingo, 15 de septiembre de 2013

1ª PARTE: CONDICIONANTES HISTÓRICOS Y CULTURALES.


Nos hacemos preguntas y rastreamos las huellas que el Universo nos ofrece con la esperanza de comprender el origen… y cuanto más nos acercamos más colosal es el rompecabezas, como si fuéramos nosotros la esperanza del Universo para comprenderse a sí mismo.
Pero ese gigante inquieto es muy extraño porque nos confunde hasta el extremo de poner en duda a la razón, aliada indiscutible del conocimiento hasta que la ciencia centró su interés más allá de las partículas. Pasado ese límite de lo conocido no parece exagerado hablar de una crisis de la razón, dividiéndose en una forma clásica de pensar y una forma cuántica de pensar.
El Universo, la Tierra, la casa que habitamos… ¿Quién pensaría que no existen? Decimos que son reales porque sí, porque los vemos a ellos y a las partes en que se dividen. Existen los ladrillos de nuestra casa y el cemento que los mantiene unidos, pero la física nos está diciendo que la división en partes tiene un límite, y que al atravesarlo desaparece la realidad subjetiva que tiempo atrás no era necesario definir con claridad. Ahora la realidad macroscópica no se puede entender de la misma forma que los estados de una partícula, hay categorías de realidad, mucha incertidumbre y mucha expectación por descubrir a dónde conduce el laberinto de la razón.
Juzgamos a la razón pero son los condicionantes históricos y culturales los que necesitan una revisión profunda. Son los cimientos del conocimiento heredado y eso implica revolver y cuestionar todo lo que sabemos. Digamos que los conocimientos son buenos porque hacen posible predicciones extraordinarias, pero contienen la fuente de una confusión monumental que nos impide comprender la verdadera naturaleza de las cosas.
Cuando la física ya está removiendo los cimientos de la materia siguen existiendo anomalías en las magnitudes físicas fundamentales. Se pueden medir, se pueden integrar en las teorías matemáticas, se pueden calcular con precisión increíble y, sin embargo… ¡siguen siendo conceptos abstractos! Hay demasiados problemas de fondo que se han esquivado con estrategias ingeniosas, que solo son analogías aunque respondan de la misma forma que la realidad experimentada.

            La verdad que buscamos en la filosofía, en la religión y en la ciencia, es como un residuo de factores comunes que está disuelto en tres mares de condicionantes históricos y culturales, la verdad existe pero no tiene dueños definidos, incluyendo a la ciencia que será objeto de repaso en esta primera parte. Veremos que los temas escogidos están a nuestro alcance por medio de muchas fuentes, pero aquí se resume lo que servirá para futuras referencias.

La verdad no tiene dueños, no tiene filosofía, ni religión, ni ciencia definidas.


6 comentarios:

  1. He empezado a leerte con mucha curiosidad, y soy de una opinión similar a la tuya, pero creo que te equivocas en la frase que cierra el capítulo. Nada tiene una evidencia de verdad más impecable que el cristianismo. En sólo dos mil años, ha dado lugar a la civilización actual, a la libertad, a la ciencia... mientras las pseudorreligiones, incluso las mucho más antiguas, sólo han dado lugar a la barbarie inhumana. ¿Hace falta algún experimento más para corroborar esa realidad?

    Saludos cordiales

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por comentar la entrada, y desde luego siento la ofensa que la última frase pueda significar para algunas personas. ¿Qué es la verdad? Yo no sabría definirla sin meter la pata, lo que sí sé es que sea lo que sea, siempre "parece" más verdad cuanto más fuerte se dice y cuanto más nos dejamos la piel en defenderla, y siempre "parece" más mentira cuando se dice con la boca pequeña, o cuando se calla. Yo diría que la evolución no entiende de verdad ni de mentira, entiende de aquello que da resultado, de todo lo que consigue dominar y marcar el rumbo a seguir. La evolución se parece a una guerra entre diferentes poblaciones y todas ellas defienden su propia verdad. ¿Cómo sería posible reconciliar a esas dos poblaciones tan dominantes como son los ateos y los creyentes?

    Lo siento, yo no sé distinguir si el cristianismo es la verdad. Mi postura no es atea ni creyente pero no niego que haya verdad en ambas, aunque parezca una contradicción. Espero que las diferencias en la forma de pensar no nos conviertan en enemigos.

    ResponderEliminar
  3. Si no hubiera nada que cuestionar no habría progreso, si no existiera la oscuridad nadie se preocuparía por encender la luz. Estoy de acuerdo con Merino, la verdad es todo aquello que te permite progresar. No solo el cristianismo ha sido una plataforma para el desarrollo. No olvidemos que el cristianismo tomó prestado de otras culturas, como la griega, desde la cual la razón ha sido un debate durante el escolasticismo frente a la fe, impulsora de ideas y conceptos, los cuales, jamás colmaron el idealismo de saber la verdad, más bien impulsaron a cuestionar no solo lo enseñado por la fe sino por la razón. Giordano Bruno de alguna manera fue como el primer emprendedor en esta lucha que le costó la vida, no por mano de los filósofos sino de los clérigos, hecho sumamente trágico.

    Aprovecho para decirte Merino que me gusta mucho tu blog y los tantos temas que has subido, me alegra poder hallar una persona como tu, caracterizada por hacer más preguntas sobre "verdades" establecidas. Estoy leyendo diversos temas, y hay cosas que me cuestan entender por la profundidad con que te explayas o la manera de razonar que tienes. En cuanto halle algo que me cueste interpretarlo me gustaría preguntarte si no te es mucha molestia, quizás entre ambos podamos hacerla más amena y sencilla la introspección.

    Saludos cordiales

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ante todo muchas gracias. Es cierto que tengo una forma de razonar muy rara y no son pocas las dificultades que encuentro para que se entienda lo que quiero decir, si me paso diciendo lo que no debo, o si me lío con argumentos intrascendentes. No es ninguna molestia responder ni me ofenden las sugerencias, las necesito para mejorar la claridad, y si es el caso para rectificar las meteduras de pata.

      Eliminar
  4. ¿Metedura de pata? ¡Eres un precursor Merino! No hay nada más refrescante que leerte. Induces nuevas formas de pensar, nuevos paradigmas, que pueden resultar válidos.¿Quien sabe? Recuerdo que el descubrimiento de la penicilina fue considerado un error, algo que merecía ser tirado a la basura, ¡pero de la basura surgieron los antibióticos!

    ResponderEliminar
  5. La verdad (el conocimiento de) es una utopía. Solo existen modelos o aproximaciones. A mí me gusta más el término Realidad. Es más neutro con relación al acierto o desacierto, dado que no existe acierto ni desacierto absolutos.
    No obstante, considero como mi admirado en otras épocas de juventud, Asimov, que no se comete el mismo grado de error cuando se adopta el modelo de Tierra plana, que cuando se adopta el modelo de Tierra esférica. Sobre todo, si somos capaces de arbitrar un criterio de evaluación, de entre varias posibilidades de evaluación. Es decir, si podemos encontrar un criterio de criterios.
    No quisiera aburriros desgranando todos los criterios de evaluación posibles acerca del modelo más apropiado para la forma de la Tierra, pero concluiré con la obviedad de que el error del modelo esférico es inferior al 1% y que el modelo del plato es superior al 99%.
    Del mismo modo, salvando las diferencias con la posibilidad de establecer criterios de evaluación de error de los diversos modelos, no parece adecuado indicar en el mismo plano de Realidad a los resultados de la especulación filosófica, o los escarceos con la negligencia cognitiva que suponen suponer la verdad como una revelación divina.

    ResponderEliminar