El Universo hubiera podido ser un desierto de partículas baldías, pero no lo ha sido. La materia es la fuente de la luz, del calor y la energía, es lo que da forma y propiedades a las cosas, ya estaba cuando la vida no existía y es la causa más primitiva de su evolución, está en el tejido neuronal que nos da la razón y nos hace conscientes de la realidad… ¡La materia lo es todo!

domingo, 15 de septiembre de 2013

CUARTA PARTE: LA GRAVEDAD Y LA MATERIA.


Me han dicho que para innovar se necesita conocer a fondo la relatividad y la mecánica cuántica, que otros han recorrido ya los primeros pasos del camino, y lo comprendo, pero ahora es más dominante mi desconfianza que mi fe. Lo siento, mis ojos ven y mis pies comprimen la tierra que piso, distingo perfectamente mi reposo relativo de la inercia que es propia del movimiento acelerado. Son las matemáticas las que no pueden explicar la diferencia, porque se limitan a igualar una causa y un efecto que no son de la misma naturaleza. Las matemáticas no mienten, pero no demuestran la igualdad física entre la causa y el efecto.
La gravedad, indomable, vuelve a ser la protagonista en esta cuarta parte. En primer lugar se probará que la gravedad planteada en la segunda parte, al igual que la gravedad newtoniana, pueden explicar el mismo adelanto en el perihelio de Mercurio que la relatividad general, añadiendo simplemente un retardo de transporte (de la gravedad) a la velocidad de la luz. En la gravedad de Newton se retarda la distancia, una interpretación efectiva pero conceptualmente inconsistente, ¿cómo se entiende por ejemplo que la distancia real sea de un millón de kilómetros, pero se hagan cálculos como si fuera diferente?
Esa inconsistencia desaparece si cada partícula y cada masa no son más que proyecciones localizadas de campos estacionarios. No es la distancia lo que se retrasa sino la tensión entre los campos que interaccionan, y ese mismo retraso es la razón por la que las órbitas reducen su excentricidad. ¿Cómo es posible que ninguna teoría haya afrontado seriamente el problema de la estabilidad? Como veremos, la simple condición de añadir un retraso en el radio de enlace de los campos, no solo puede explicar la rotación del perihelio sino también la estabilidad orbital, justificando la regularidad en los planetas del sistema solar que de cualquier otra forma conocida no tendría sentido.
Por desgracia, está resultando muy difícil avanzar en un modelo de la gravedad partiendo de los campos estacionarios. Veremos una serie de aproximaciones cuyo principal inconveniente es encontrar un significado coherente de “masa”. Como ya se ha dicho anteriormente, tal vez se necesite una nueva física en la que no exista la definición de “masa”, o tal vez, después de todo, sí se necesite una cabeza muy grande para seguir avanzando.
Personalmente, creo la física no debería convertirse en una parcela privada para superdotados o para quienes creen serlo, debería participar cualquiera que disfrute imaginando qué es la realidad, qué somos, de dónde venimos y a dónde vamos. La vía correcta para salir del laberinto de la razón que ahora nos atrapa puede hallarse en alguno de esos ejercicios de imaginación, aunque no proceda de una mente prodigiosa. Por lo tanto, nada me gustaría más que abrir las puertas de la física de par en par.


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