El Universo hubiera podido ser un desierto de partículas baldías, pero no lo ha sido. La materia es la fuente de la luz, del calor y la energía, es lo que da forma y propiedades a las cosas, ya estaba cuando la vida no existía y es la causa más primitiva de su evolución, está en el tejido neuronal que nos da la razón y nos hace conscientes de la realidad… ¡La materia lo es todo!

jueves, 12 de septiembre de 2013

9.- Misterio de la histamina y los basófilos.

Uno de los muchos enigmas que siguen sin respuesta ha sido el resultado de la homeopatía de Belfast. En 1810, el médico alemán Christian Friederich Samuel Hanhneman publicaba el “Organon, el arte de curar”. Homeo es el prefijo griego que significa “igualdad” y, según sus defensores, una enfermedad puede curarse con la misma sustancia tóxica que la produce, pero a dosis infinitesimales. Los homeópatas disuelven los venenos en etanol y lo diluyen en agua incontables veces. Según ellos, el remedio se “imprime” en las moléculas de agua aunque no quede una sola molécula del veneno original.
En contra de tal suposición, la farmacóloga irlandesa Madeleine Ennis aseguraba que a esas concentraciones no hay más que agua, por lo que no tiene sentido que funcione químicamente. Ennis y su equipo dedicaron un esfuerzo para demostrar que los resultados de la homeopatía se pueden explicar por el efecto placebo, pues está demostrado que las defensas naturales del organismo pueden combatir la mayoría de las enfermedades. Aunque todavía no se conocen los mecanismos que conducen a la sanación cuando el paciente está siendo tratado con una sustancia inocua, nadie discute la eficacia del placebo cuando ignoramos que estamos siendo engañados. El cerebro juega entonces un papel fundamental en la curación, y una de las hipótesis más aceptadas es que se debe a la liberación de endorfinas en el riego sanguíneo.
Para probar que todo era una consecuencia del efecto placebo hicieron un experimento con basófilos, que son unas células sanguíneas que actúan en la inflamación. Al someter a estas células a una solución ultra diluida de histamina, el único efecto que se podría esperar sería químico, porque las células estaban aisladas del torrente sanguíneo y, evidentemente, no habría un cerebro que pudiera liberar endorfinas ni ejercer cualquier otra clase de influencia.
Sin embargo, lo que descubrieron es que la solución ultra diluida de histamina funcionaba realmente como la histamina, a pesar de que no habría ni una sola molécula de histamina. Ennis aseguró que si los resultados son reales y la homeopatía no actúa como un placebo, habría que reescribir parte de los fundamentos de la física y la química. Habiendo sido una defensora incondicional de la medicina moderna pasó a reconocer su escepticismo.

            Lo cierto es que más de dos siglos después del nacimiento de la homeopatía, ésta sigue siendo centro de controversia médica y millones de personas lo reconocen en todo el mundo como una medicina alternativa, incluyendo posibles charlatanes a quienes no les mueve otra cosa que su beneficio particular. Sus defensores afirman que los efectos no se explican por el efecto placebo, puesto que también funciona en los niños y en animales. Sus detractores afirman que se trata de un fraude intolerable, porque no se puede jugar con la vulnerabilidad y esperanza de los enfermos para ganar dinero.

            Ciertamente, el resultado del experimento garantiza que no existe efecto placebo cuando se trata de basófilos e histamina, no necesariamente con medicamentos homeopáticos en general. Pero el objetivo de este apartado no es defender ni criticar a la homeopatía, es resaltar que el experimento con histamina y basófilos demuestra que existe una relación inexplicable para la ciencia moderna, comparable solamente al entrelazamiento cuántico entre partículas, pero a mayor escala de integración. También es cierto que si algo tan extraño ocurre de verdad en un caso particular, entonces no es imposible que la homeopatía pudiera tener algo de verdad.

             Lo que parece haber demostrado el experimento con histamina y basófilos, es que dos químicos que alguna vez han estado en estrecho contacto siguen ligados de alguna forma que la ciencia no comprende todavía. Pero eso no sería tan extraño si las moléculas, átomos y partículas más elementales, se comportan como funciones de onda extendidas en el espacio, sin localidad y superpuestas entre sí como dos condensados de Bose-Einstein, aunque con densidad tan baja que resulta imposible su detección con la tecnología actual. Después de todo, no está nada claro si un condensado es un quinto estado de la materia que solo aparece en condiciones muy especiales, o si la materia ya es un condensado siempre, pero solo se deja ver en condiciones muy especiales.

             Esa es la misma conclusión que se saca del experimento de Vladimir Poponin, quien demostró que el ADN ejerce una influencia no local sobre la luz láser, dispersando sus fotones incluso después de semanas de haber sido retirado el ADN de la cámara de dispersión. Por alguna razón, las moléculas de ADN dejan una huella que no se borra fácilmente, lo que justifica una interacción con su entorno que la ciencia solo puede valorar como fantasmal. Ya no es ninguna sorpresa que los extraños principios cuánticos también son aprovechados por estructuras macroscópicas, que la realidad no distingue entre lo muy pequeño y lo muy grande, y que somos nosotros quienes desconocen la teoría completa que unifique la sin razón cuántica y la razón clásica.


10 comentarios:

  1. Sobre cuando dices como slogan "...si sabemos que las especies evolucionan debe de ser porque la vida tuvo un origen" personalmente veo a la evolución no como prueba de un origen sino de adaptación. El origen dela vida es harina de otro costal...

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    1. ¿Puedes especificar un poco más? Parece claro que la evolución es adaptación, pero también parece claro que no habría vida cuando el Universo estaba compuesto casi exclusivamente de hidrógeno, por lo que alguna vez tuvo que comenzar.

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  2. Si. Darwin escribió su famoso libro, "el origen de las especies", donde trata sobre la evolución y absolutamente nada sobre el origen de la vida, sin embargo, en general se suele usar ese término como sinónimo de origen de la vida, contenido por el concepto de "principio simple-final complejo" cuando en realidad la vida misma es mucha más compleja que la más evolucionada de las especies (admitiendo el concepto evolutivo tradicional y agrego: solo mentalmente y no precisamente por el tamaño de su cerebro, desde mi punto de vista). Las investigaciones de Darwin y muchos otros de su época fueron importantes para descartar la idea que entonces se tenía sobre las especies, creyendo que cada una de ellas era el resultado de una creación directa de dios. Darwin y posteriores estudios y multitud de datos demostraron que las especies se forman por el principio de "selección natural" semejando a la "selección artificial" que el ser humano ha logrado en diversos animales. Pero para ello se parte de un ser vivo, que ya existe. Ahora, de allí a que ese ser vivo, el primordial, haya aparecido como producto circunstancial de un rayo caído en una sopa orgánica, eso para mi es harina de otro costal, pues existe un abismo conceptual. Hablar sobre eso es solo conjeturar.
    Con respecto al origen de la vida, las evidencias muestran que hubo un comienzo. En un mundo dominado por la entropía aparece la negentropía, un sistema capaz de vencer la entropía, pero claro, solo mediante la reproducción que parece durar de manera interminable mientras las condiciones básicas subsistan. ¿Cómo aparece este sistema abierto? Esto es un enigma para la ciencia, y cada día más, precisamente por su intrincada organización. Al parecer la vida encaja mejor en un modelo preexistente o regido por otra “mente”. El principio de selección natural no interviene aquí.

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    1. Tienes razón, el origen de la vida es mucho más difícil de entender que la evolución, cuando la vida ya existe. Lo del slogan ha sido un poco ingenuo en ese sentido. Intentaba expresar que hablar del origen del Universo es hacer conjeturas con poco fundamento, al contrario que hablar del origen de la vida. Comprendo que eso tampoco está nada claro.

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  3. Sin embargo, cuando dices "...conocemos tan poco sobre la materia que no podemos asegurar si el Universo tuvo un principio. De todas formas, ¿para qué serviría la materia y el Universo entero si nunca hubiera visto el reflejo de su propia realidad?..........."; esas palabras, no solo son enteramente ciertas en su primera parte, sino que la sección del 'reflejo', de ese pajarito que parece verse reflejado en el agua, me hace unas cosquillas que me cuesta entender, no se si es la profundidad de tu reflexión. Me hace suponer que no tendría sentido la existencia del universo si no es percibido por la materia consciente, o algo así.
    Además, pavada de título te has echado encima "El origen de la materia". No vaya a ser que después de escalar la más empinada montaña del escepticismo al llegar a la cumbre hallemos a un grupo de teólogos dándonos la bienvenida (ja ja).
    Tiene similitud con este cuento que te transcribo, de uno que vi por allí pero que lo he retocado o refinado un poco:

    -¡Fracasaste Edisón en tus objetivos de lograr lo que estabas buscando!
    -No he fracasado en absoluto. Encontré diez mil maneras en que eso no se puede lograr.
    -¿Escribirás un libro sobre eso?
    -Para nada, no voy a facilitarle las cosas a nadie. ¡Que transpire!
    -¡Hola Edison! Encontré la forma de hacerlo.
    -¿Cómo?
    -No se, puse esto, saqué aquello, ¡Y funcionó!
    -Pero la rep…*/-&%4…!!!

    No se de donde eres, pero aquí en argentina, los signos de la frase final se entienden como palabras impronunciables, es decir, una grosera maldición, ja ja.

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    1. Bueno, pues soy español. Ya veo que las diferencias de cultura pueden dar lugar a muchos problemas de interpretación. Si te digo la verdad, lo único que creo haber entendido de tu comentario es que los puntos suspensivos de la frase se considera grosero en Argentina. La frase está en lo que llaman un "gadget" de texto y me daba problemas cuando hacía correcciones de tamaño de letra. Soy un poco detallista (o demasiado) y para que las dos líneas tuvieran un tamaño parecido no se me ocurrió otra cosa que añadir puntos al principio y al final, porque no conseguía modificar el tamaño de letra.

      Por lo demás no sé lo que debo interpretar, pero creo que la frase no dice más de lo que dice. Dicho de otra forma podría ser que "la materia lo es todo", lo que da forma y propiedades a las cosas, la fuente y el objetivo de la luz, del calor y la energía, el origen de la vida y la causa de su evolución… ¡todo!, incluido lo que se pueda encontrar al escalar la más empinada montaña… ¡de lo que sea! Solo dice que el Universo hubiera podido ser un desierto de partículas estúpidas, pero no lo ha sido porque la materia esconde algo mucho más extraordinario de lo jamás hemos imaginado. Si pensar eso es pecado, yo soy pecador. Y si pensar eso es como ser un teólogo, yo soy un teólogo. En eso que pienso creo que está el origen de lo que llamamos materia, siempre me ha encantado la figura de Darwin y por eso decidí el título “El origen de la materia”.

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  4. Parece que hay muchas dudas sobre la validez del experimento de la histamina y los basófilos. Además, parece que solo medio parece funcionar en este caso, pero que no hay otros "pares afortunados". En Ciencia, los cosas no pueden medio-funcionar.
    Por otra parte el mecanismo de la memoria del agua, tiene el mismo fundamento científico que los mecanismos que aportan los astrólogos para explicar la supuesta influencia de los astros: ninguno.
    Con relación a los efectos de la homeopatía en animales y niños, no me consta experimentos serios, lo que comprendo porque es como invertir millones de euros en experimentos de validación de la astrología. Pero, además, los efectos en los niños y en los perros, no son evaluados o interpretados por los niños o los perros, sino por personas que creen o que han sido contratados por otros que creen o quieren creer en la homeopatía. Ni siquiera están en condiciones de evaluar cuándo hay síntomas ni cuando dejan de estar presentes. Y mucho menos cuando el sujeto se ha curado exactamente igual que si no le hubiéramos dado nada, porque nada es lo que le hemos dado.
    Para colmo, podría suceder, y no veo que se indique en el protocolo del experimento su comprobación, que los basófilos respondieran del mismo modo al agua que ha sido diluida, solamente con más agua, pero que ha sufrido los mismos procesos que las diluciones verdaderas.
    Es decir, podría resultar que el agua de ciertas procedencias o localidades, agitada en presencia de ciertas intensidades de campos electromagnéticos (los asimilables a laboratorios y aparatos específicos), gravitatorios y cósmicos, queda "mareada" y "especialmente irradiada" un indeterminado tiempo (¿se comprobaron los efectos con diversos plazos temporales?). Y que, por casualidad, los basófilos estresados fuera de su ambiente normal (flujo sanguíneo en un mamífero), ya no pudieran con tantos cambios.
    Perdona si ves cierto espíritu socarrón pero me parece un poco sorprendente para un hombre de ciencia, conceder el estatus de gran misterio para la Ciencia, a la patraña homeopática, sustentada por escasísimos, inciertos y dudosos experimentos.
    Es más, si el efecto fuera real, si al agua tuviera memoria, los laboratorios convencionales no tendrían más que producir un fracción insignificante de principios activos y diluirlos. Sería un negocio aún mayor y más terrible del que actualmente resulta (los beneficios se multiplicarían aún más). Y no me puedo creer que sean tan tontos que se pierdan una oportunidad tan gigantesca de negocio solo por pura ortodoxia paradigmática, y siguieran empeñados en producir innecesariamente toneladas de costosos principios activos, cuando podrían producir unos cuantos gramos al año de cada uno.

    Mientras que un solo y buen experimento puede hacer cambiar los cimientos de la Ciencia, y el buen científico debe asumirlo, una chapuza no puede crear ni un nuevo misterio, ni mucho menos, un nuevo Paradigma.

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    1. Lee entre líneas Gregorio, no es la homeopatía lo que yo defiendo, pero tampoco tengo ni remota intención de entrar en las discusiones que tanto encienden las ganas de discutir. Si conoces alguna buena razón para dudar del experimento de la histamina me gustaría conocerlo, y si me convence quitaré este apartado.

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    2. Sirva como primera fuente para la reconsideración del asunto, el enlace siguiente:
      http://lacienciaysusdemonios.com/2013/02/07/la-memoria-del-agua-ii-de-benveniste-a-ennis/
      Y además, me siguen pareciendo razonables las objeciones que yo proponía en mi comentario anterior. Es decir, en primer lugar, que si suponemos que no existe el efecto memoria del agua como argumento a favor de la homeopatía, que es lo razonable, lo primero que tendrían que haber incluido los experimentadores en su protocolo es lo que yo indicaba: realizar exactamente los mismos procesos con agua a la que se le añade agua, en las mismas proporciones que el binomio agua más principio activo.
      De este modo, descartaríamos, o no, si el efecto del agua agitada con agua, sometidas a los mismos riesgos de contaminación, es el mismo que el agua diluida con el principio activo de modo que ya no tiene principio activo, pero sí agentes contaminantes.
      La justificación de esta prueba es evidente: si una dilución en la que ya no queda ni una sola molécula, tiene ciertos efectos, entonces, tales efectos no son atribuibles al inexistente principio activo, sino a las moléculas de agua en ciertas condiciones iniciales (eventuales contaminantes), agitada en ciertas condiciones y eventualmente contaminada durante el proceso por otras sustancias y/o agentes biológicos. E insisto, no me consta que se realice nunca.
      Además, de todo esto, de la ausencia de protocolo serio, de los raquíticos e insuficientes resultados y pruebas, no parece suceder lo propio con otros pares de sujetos y sustancias activas.
      Mi opinión no se basa tanto en que la cuántica prediga que la memoria del agua no puede ir más allá de billonésimas de segundo, sino en que sería un resultado extraordinario en contra de todo lo pronosticable, de todo lo cotidiano y de todo lo razonable bajo mi experiencia y conocimiento.
      Algo tan sorprendente y extraordinario como que un amigo me dijera que la ha tocado la bonoloto siete veces seguidas. Por muy buen amigo, por muy buena persona, a pesar de que nunca me hubiera mentido, le exigiría pruebas extraordinarias. No bastaría con su palabra ni con unos resguardos que podría haber falsificado. Porque es infinitamente más probable que mi buen amigo se hubiera vuelto loco, o estúpido, o que le obligara a la broma a punta de pistola un extraterrestre invisible, que, realmente, le hubiera tocado la bonoloto siete veces seguidas.

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  5. El enigma de Belfast, más bien puede ser un una mala interpretación de un conjunto de situaciones y fenómenos inaccesibles a la capacidad cognitiva de los testigos investigadores.
    En vez de conjeturar unas hipótesis de inverosimilitud fantástica, debieron ponerse a estudiar donde metieron la pata y cuantas veces.
    De entrada, las enfermedades no se producen por sustancias tóxicas. Las reacciones a un tóxico, no son una enfermedad, sino síntomas específicos del tóxico que, además pueden diferir en cada paciente.
    Si ya sabemos que la primera idea es estúpida, o manifiestamente negligente si pretende describir las etiologías posibles de las enfermedades que nos interesan (no solo los efectos de los tóxicos), ya es cercano a la idiocia añadir a la estupidez anterior la carga de prescindir incluso del principio activo mediante sucesivas diluciones.
    Por si tamaña negligencia fuera insuficiente, damos un tercer golpe de gracia, y decimos que no importa la ausencia de principio activo, porque las moléculas de agua de la primera dilución quedaron impregnadas por lo memorizado y aún con algo de principio activo. Las sucesivas diluciones nos garantizan la ausencia de principio activo pero no de la interrupción del proceso de memorización de unas moléculas activadas que ensañan a las siguientes.
    El cuarto párrafo es la clave. Y en él no se explica si los basófilos fueran tratados con histamina y sus diluciones, siguiendo los mismos procedimientos y protocolos con doble ciego de los ensayos clínicos serios. Como si la histamina fuera el medicamente a ensayar y los basófilos los pacientes a observar. Además, en este caso, habría que controlar las cepas de cultivos u orígenes diversos de los basófilos, dado que éstos no son tratados como indiviudos en tales ensayos, pero debieran tomarse las medidas para “individualizar” los conjuntos de muestras.
    Yo estoy seguro que no.
    Espero que algún día, solo por curiosidad, algún equipo con alguna inteligencia, realice la investigación seria, meticulosa y profunda que, al parecer, el caso requiere para que la realidad junto con nuestra infantilidad, no nos haga concluir ñoñerías.

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