El Universo hubiera podido ser un desierto de partículas baldías, pero no lo ha sido. La materia es la fuente de la luz, del calor y la energía, es lo que da forma y propiedades a las cosas, ya estaba cuando la vida no existía y es la causa más primitiva de su evolución, está en el tejido neuronal que nos da la razón y nos hace conscientes de la realidad… ¡La materia lo es todo!

jueves, 2 de enero de 2014

4.- Otra forma de pensar (segunda parte).

  
Ciclo de oscilación estacionaria.
Se compone de 8 fases como vemos en la figura: Si comenzamos por la fase de amplitud máxima, prosigue con una reducción, anulación, crecimiento del semiciclo inverso, nuevo máximo, reducción, anulación, y crecimiento del semiciclo inicial.

Identificando al ciclo básico con la letra A, resulta que existen dos ciclos complementarios de amplitud máxima cuando A se anula, tales como B y B’ en la figura, desfasados entre sí medio ciclo de oscilación. Si definimos una propiedad que los distinga, podría tomar los valores +1/2 y -1/2, exactamente igual que los electrones cuando se distinguen por su espín.

Si A representa una carga positiva, B y B’ serán cargas negativas cuya superposición se cancela, como si desaparecieran de la realidad. Ciertamente, un orbital electrónico solo puede ser ocupado por dos electrones con espín opuesto, y cuando un átomo completa una capa, siempre con parejas de espín opuesto, resulta menos reactivo, como si los electrones que contiene hubieran sido cancelados. 


 Un solo tipo de interacción, varias manifestaciones.
 Sabemos que la gravedad afecta por igual a todo tipo de materia, por lo que a gran escala es la mayor de todas las fuerzas debido a su efecto acumulativo, pero solo es dominante donde otras fuerzas no existen o están compensadas. Cuando dominan las interacciones electromagnéticas, ¿cómo se puede saber si también hay gravedad o se trata de una sola interacción unificada? No se puede saber porque todavía no existe una teoría fiable que unifique a la gravedad con el resto de las interacciones.

Con el modelo de campos estacionarios, ya se ha visto que las interacciones eléctricas y magnéticas son condiciones que favorecen o perjudican la superposición, dando lugar a proyecciones localizadas que se atraen o se repelen. En todo caso sigue habiendo un radio de enlace que recuerda el tirador de una cremallera, cerrándose o abriéndose, pero marcando siempre un límite por encima del cuál solo existe atracción: GRAVEDAD.

No se reconoce más interacción que la que abre o cierra ese tirador llamado radio de enlace, y puede ajustarse a la gravedad (Rg), a las condiciones electromagnéticas (Re), o a las condiciones nucleares (Rn), siempre dependiendo de las condiciones de superposición.


Si la densidad de un campo es inversamente proporcional al cuadrado de su radio y define la intensidad de su reacción, las diferentes condiciones de interacción tendrán diferentes radios de enlace, dependientes de la distancia (d) como se ha representado en la figura.



 Pero algo no encaja...
Ciertamente, si tenemos dos cargas eléctricas de igual signo, o bien enfrentamos polos magnéticos de la misma polaridad, el efecto de repulsión debería despegar los campos, aumentar su radio de enlace, y reducirse o anularse completamente la repulsión.

Es difícil justificar con claridad que la repulsión no se anula si se mantiene la distancia. El modelo sigue siendo básico y puede tener lagunas, pero se pueden argumentar algunas razones para seguir por ese camino. Veamos…

Es evidente que si tenemos dos cargas de igual signo tiene que haber una repulsión en su escala de integración, pero a mayor escala tiene que suceder todo lo contrario, porque solo podemos enfrentar cargas de igual signo si antes hemos forzado una separación de cargas, cuyo efecto neto debe ser de atracción. Los campos de las cargas que se han separado estarán forzando el restablecimiento del estado original, intentando reducir un radio de enlace que había sido forzado. Ese radio debe ser un límite que no se puede rebasar desde una escala de integración inferior, de forma que las cargan de igual signo no pueden aumentarlo y su reacción no disminuye, teniendo que desviar sus proyecciones localizadas hacia posiciones más distantes.

También es evidente que si están enfrentados dos polos magnéticos iguales, es porque antes ha sido forzada esa situación. Todo debería seguir entrelazado a mayor escala de integración, y los efectos de repulsión podrían ser una prueba de que así es. Algo parece haber más allá de lo que vemos, que intenta deshacer los nudos que nosotros atamos.



 Confinamiento de interacciones.
De acuerdo con el modelo de campos estacionarios, la gravedad es un límite que mantiene confinadas a las interacciones electromagnéticas, y éstas a las nucleares. Es evidente que las fuerzas nucleares no van más allá de las dimensiones de un átomo, como también lo es que la luz no puede escapar de un agujero negro. En ese sentido, un átomo y un agujero negro difieren en magnitud, pero no en la naturaleza de la interacción fundamental.

Podríamos decir que todas las interacciones son de la misma naturaleza, pero son más fuertes cuando los modos de oscilación favorecen la superposición. Se busca la gravedad entre partículas como un eslabón perdido, y tal vez no se comprende que no hay gravedad en escalas de integración tan reducidas, o dicho de otra forma, que las fuerzas conocidas entre partículas no son más que gravedad reforzada por modos de oscilación favorables.

Se dice que las interacciones electromagnéticas tienen alcance indefinido, igual que la gravedad, y sin embargo los agujeros negros demuestran que la luz tiene un alcance limitado por la gravedad, la única que perdura fuera del horizonte de sucesos, y por lo tanto de mayor alcance.

También se dice que un agujero negro curva tanto el espacio que se cierra sobre sí mismo y desaparece, y que la información que contiene podría perderse, pero entonces ¿por qué se mantiene su gravedad, y sigue aumentando a medida que atrapa materia? ¿No es más lógico que la información y la radiación sigan ahí, pero no sean accesibles porque la gravedad se lo impide? ¿No es evidente que sucede algo similar en un átomo y no por eso decimos que se ha perdido su información?



 Confinamiento de la luz.

La luz está confinada en un agujero negro y la causa es la gravedad, como ya sabemos. Según el modelo de campos estacionarios, el radio de enlace gravitatorio se reduce por debajo del radio de enlace electromagnético, y la luz no alcanza la superposición con lo que hay fuera del horizonte de sucesos.
Pero si la causa del confinamiento de la luz es la gravedad, entonces lo seguirá siendo aunque las condiciones no sean propias de un agujero negro.
Eso es lo que se muestra con la animación adjunta y la siguiente explicación:
Supongamos que los puntos amarillos representan un sistema de galaxias. Los fotones emitidos por el sistema serán campos expandidos hasta un determinado radio de superposición con otras masas, pero vamos a simplificar suponiendo una sola masa receptora de la luz, indicada con el punto rojo. El campo de la masa receptora estará tensado hacia la superposición electromagnética de la que parten los fotones, remarcada como un círculo grueso cuyo radio será el de enlace electromagnético.
El círculo exterior de fondo negro es el que marca el radio de enlace gravitatorio, que será superior al electromagnético en condiciones normales, permitiendo que la luz se transmita hacia la masa receptora. La animación se desarrolla introduciendo nuevas galaxias, por lo que aumentará la gravedad y decrecerá el radio de enlace gravitatorio, llegando un momento en el que la radiación electromagnética queda confinada. Desde la perspectiva de la masa receptora, un sistema entero de galaxias desaparece. 


 Consecuencias del confinamiento de la luz.

● ¿Qué pasaría si aumenta la distancia de la masa receptora? La animación anterior era una simplificación, de modo que al aumentar la distancia tendríamos que ir añadiendo galaxias de las proximidades. Más distancia equivale a disminuir la gravedad y aumentar su radio de enlace, pero más galaxias producirán el efecto contrario. El radio de enlace gravitatorio no puede crecer tan rápido como el de superposición electromagnética, y la distancia se convierte en una condición de confinamiento de la luz.
● Si el punto anterior es correcto, el Universo sería mucho más grande de lo que puede verse con telescopios y radiotelescopios, y también sería mucho más viejo de lo que se piensa, pues está claro que lo que vemos es más anciano cuanto más lejano.
● Si la radiación cósmica de fondo es la luz más vieja que podemos detectar es claro que no ha sido confinada por la gravedad, pero si no hay una luz más vieja detectable, la radiación cósmica de fondo es la que marca el límite de lo detectable, justo la que a duras penas ha conseguido rebasar el confinamiento gravitatorio, y sería lógico que nos llegue de todas partes, porque debe de haber distancias lo bastante grandes en todas las direcciones.
● El corrimiento al rojo que se considera una prueba de la expansión acelerada del Universo, sería realmente un efecto de la distancia, y eso justifica la regularidad tan grande que se observa en relación con las distancias. Big-Bang y expansión acelerada podrían ser una deformación óptica provocada por el confinamiento gravitatorio.



 ¿Qué pasa con el tiempo?

Cuando pensamos en el tiempo como algo independiente de la materia, seguramente nos equivocamos. Lo medimos contando ciclos de alguna actividad periódica, como las vibraciones de los átomos, y solo en ese contexto tendrá sentido.

Los átomos, los péndulos, los relojes… No miden tiempo, solo marcan una referencia para distinguir qué actividad es más rápida, pero siempre actividad propia de la materia.


Explicación de la animación: Como siempre un campo estacionario, pero dejando solo las ondas que se expanden en un semiciclo y las que se compactan en el semiciclo siguiente. Esa disposición hace más evidente que un campo también es algo que vibra, y no se expande como las ondas de agua. Si la cantidad de movimiento es la misma en todas las ondas que se cruzan, nada se propaga y no se transmite información o interacciones. Pero una partícula no puede estar aislada, y la información correrá por su campo como sangre bombeada por un corazón. La luz también es información y correrá de la misma forma, pura cantidad de movimiento que forma parte de las ondas que se cruzan, pero continúa su propagación porque se trata de una energía sobrante para llegar a la estabilidad completa.

Eso es lo que se ha intentado representar con las ondas de color amarillo, luz o información cuya velocidad de propagación no puede ser otra que aquella con la que vibra el campo, aunque no se propague.

Evidentemente, si las vibraciones del campo se ralentizan, también se ralentiza la luz y toda información transmitida, todo lo que hace más lento a eso que llamamos tiempo.



 La causa de que “todo” corra más despacio.

¡Todo!, incluyendo a la luz, lo que parece contradecir que la velocidad de la luz sea la misma en todos los sistemas de referencia. ¿Es necesariamente una contradicción?... ¡No lo es!
La justificación es demasiado larga para una descripción básica del modelo de campos estacionarios, por lo que será dedicado un apartado completo para cuestionar la relatividad especial, y otro para plantear una alternativa, donde se aclara lo relacionado con el tiempo.
Como se ha dicho en el cuadro anterior, cualquier causa que ralentice la vibración de un campo también ralentiza la luz que sobre él se propaga. Si la luz corre más despacio, pero el observador cuenta menos tiempo, es evidente que la relación entre espacio y tiempo puede mantenerse invariable, y siempre se medirá la misma velocidad de la luz.
El recorrido de la luz sobre un campo será proporcional al número de pasos o vibraciones hasta que alcanza un radio de enlace. Igualmente, el tiempo invertido por la luz en ese mismo recorrido también será proporcional al mismo número de pasos o vibraciones. La relación entre recorrido y tiempo es entonces una constante, que será la velocidad de la luz sobre el campo que la soporta, sobre el sistema de referencia en el que se mide.
¿Y qué hace que todo corra más despacio? Pues todo lo que justifique que las ondas de un campo pierdan movimiento radial, y puede ser la gravedad y el movimiento del campo. Un campo deformado entre su proyección local y un centro de masas, implica que una parte de la cantidad de movimiento de las ondas debe aplicarse para seguir la deformación del campo, haciendo que su propagación radial sea más lenta. Con un campo en movimiento sucede lo mismo, porque dicho movimiento será extraído de la propagación radial de las ondas.



 La energía se oculta como actividad radial de los campos.
¿La energía se convierte en masa y la masa en energía?, ¿cómo y por qué?... ¡No se sabe! Según el modelo, una partícula pierde masa inercial cuando algo de su campo se expande como radiación, ya que la parte que se expande significa una reducción del vínculo que lo mantiene ligado a una posición. Esa radiación no es algo en lo que se convierte una masa, porque ya estaba ahí, vibrando sin propagación en todas las direcciones del espacio. Una reacción que conduce a una mayor estabilidad es como el gatillo de un arma, simplemente desenclava y deja escapar una energía contenida.

Así se justifica la energía irradiada, pero la energía de movimiento no es exactamente lo mismo según el modelo. Cuando un campo interacciona con otro y lo acelera, el resultado no es una transferencia de energía sino un simple intercambio de movimiento. Eso es lo que se puede esperar entre ondas que se cruzan, invirtiendo en la reacción una parte de su propagación radial para intercambiarlo con la onda opuesta. Básicamente se trata de una redistribución de movimiento, extraído de una actividad radial cuya resultante es nula (invisible), y se orienta en una dirección concreta del espacio.

Lógicamente, una cantidad de movimiento radial no tiene resultante porque se compensa en todas las direcciones del espacio, y sin embargo podría ser enorme si consideramos que se acumula como magnitud escalar. El movimiento y la energía pueden estar ahí aunque no tengan resultante real. Si es cierto que un cruce de ondas redistribuye las velocidades, y da lugar a  movimiento real, entonces debe de haber actividad radial que no será nula, pero si es cero como resultante real tiene ser mayor de cero como magnitud imaginaria.

Se puede demostrar que una cantidad de movimiento radial, sin resultante, es equivalente a la proyección imaginaria de una magnitud compleja, es decir, que hay una cantidad de movimiento como magnitud compleja, y se proyecta como parte real en una dirección del espacio, y como parte imaginaria en todas las direcciones radiales. Esta demostración queda pendiente para una posterior ampliación del modelo, donde veremos que se cumple, precisamente, si las ondas generadoras son mucho más rápidas que la propagación del campo completo, cuya velocidad máxima sería la de la luz.





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